¿La solución es huir?

Todos hemos sentido el deseo y la necesidad de escapar de alguna situación en concreto o de una cadena de sucesos, que a nuestro nivel ético, es algo que nos impide ser felices. Ahora bien, ¿de verdad esta circunstancia es la causante de nuestra incompleta dicha? o ¿somos nosotros mismos quienes lo provocamos?.

En mi opinión, independientemente de vuestro propio criterio, uno mismo construye su vida, tanto con momentos buenos como malos, y a partir de ahí comienza lo que llamamos felicidad o tristeza permanente. Lo explicaré:
- Una persona que se siente bien, completa y feliz, y vuelvo a repetir que es lo que yo considero, es porque en la balanza que llamamos pensamientos le damos más importancia a las situaciones que nos han llenado plenamente o al menos una media parte, que a los momentos malos, ya pueden ser discusiones u otras causas. Esta es la persona positiva, que a pesar de que ocurran infortunios, va a sacar la parte buena de ello y la va a sumar a todo el conjunto anterior, creando vitalidad y positividad a uno mismo y a los que le rodean.
- Una persona que se siente mal, triste y agoviada es una persona que en su propia balanza le presta más atención a las desdichas y cree que la felicidad de los sucesos anteriores no son nada comparado con la tristeza de los presentes. Sin duda alguna es una persona negativa. Este tipo de persona tiende a creer que en un futuro próximo, tanto mañana como dentro de diez años, todo va a ser de color negro a no ser que escape de alguna forma. Se siente acorralada y es cuando se agovia y no distingue entre lo correcto y lo que te provocaría más infelicidad.

Digamos que me incluyo en la segunda categoría, y aunque lo haya detallado de esta manera, y podeis ver que me doy cuenta y se perfectamente lo que digo, no es fácil cambiar de ser una persona negativa a una que piensa en positivo. Para conseguirlo tenemos que seguir pautas de control mental, relajación y entre otros, porque en realidad, si nos paramos a reflexionar sobre todo esto, es muy cómodo escribir y reflejar en ello que debemos cambiar y hacer que cada alegría cuente +10 contra la tristeza, pero en la práctica ya no resulta tan sencillo.En mi persona, si que me siento encerrada, como si no tubiera una llave para salir y cambiarlo todo, no encuentro soluciones y si las hay no las veo, empeñada en mi ceguera. Muchas veces pienso, quizás la solución esté en escapar del nucleo de todo el conflicto, irme a otra parte y empezar de cero.

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